En lo que lleva corrido del 2017, se han importado cerca de 42.000 toneladas del material en versión aleada, según cifras de la Dian. Sin embargo, todavía existen muchos importadores que aseguran que traer este producto a Colombia es muy difícil por las barreras que hay.
De hecho entre el 2012 y 2016 se produjo un incremento del 68% en las importaciones de acero para concreto. Camila Toro, directora ejecutiva del Comité Colombiano de Productores de Acero de la Andi, aseguró en una entrevista para Portafolio que el número de orígenes de donde el país compra el material paso de 5 a 7 en los últimos años y que firmas que importan acero para concreto varió de 20 a 33 en los últimos tiempos.
Existe un problema general que está afectando la importación del material de acero. Esto tiene que ver con que según el último reglamento técnico, con los países que se tiene un TLC vigente, las barras corrugadas aleadas pagan un 5%, mientras que las no aleadas tienen que pagar un tributo de 10%. Lo que genera una afectación en el recaudo fiscal hasta en $35.000 millones de pesos porque algunos importadores escogen la partida arancelaria con menos gravamen.
Marcela Mejía, gerente general de la Sidelúrgica de Occidente, estableció también en una entrevista para Portafolio que "la industria nacional cuenta con rigurosos controles de calidad para la producción de toneladas de acero, pues sabemos que en Colombia, el 85% de la población se encuentra en zonas de amenaza sísmica media y alta, y por lo tanto, hacemos todo para proteger la vida de los colombianos . No podemos decir lo mismo de las barras corrugadas aleadas, que ingresan al país sin ningún control de calidad, utilizando certificados de conformidad que no les son aplicables".
Los principales países que importan el material a Colombia están: México, Turquía, Brasil, Ucrania, China y Perú. Aquellas empresas que no cumplan con la producción y venta de barras de acero de calidad pueden llevarse multas hasta de $1.500 millones e incluso puede haber sanciones contra personas naturales de hasta $200 millones.
Generalmente, este problema lo presentan las fábricas ilegales o de garage que no tienen en cuenta la normativa de sismo resistencia. Por eso, como constructores es importante conocer quienes son sus proveedores y si cumplen con todo lo estipulado por ley, ya que si se abastecen de materiales que no están certificados pueden colocar en riesgo la vida de muchas personas e incluso la de su propia empresa. A la vez, que incumple con la ley.
Información tomada de: Portafolio